Este es el reflejo del momento en el que se encuentra la sociedad en España: Un ciudadano con posibilidad de acceder a información -sin límites- gracias a la tecnología, empoderado, pero que convive diariamente con la posverdad, donde lo que prima es la opinión-emoción y no los hechos contrastados.

Los datos del Barómetro de Confianza de Edelman 2.018, respaldan la premisa de que aunque históricamente se ha confiado en las ONG y en los gobiernos para liderar un rol activo en la resolución de los grandes retos sociales, hoy la sociedad otorga ese liderazgo a las empresas.

Son las empresas las que tienen que ayudar a mejorar la sociedad que tantos beneficios les reporta. Los consumidores exigen además un compromiso social de la empresa alineado con sus creencias y aspiraciones personales. Según el estudio de Fleishman Hillard, un 74 % de consumidores esperan que las empresas sean capaces de aportar mejoras a los problemas sociales. Responder a esas aspiraciones supone un gran reto para las empresas y supone crear una conexión verdadera con las personas, y ser reconocidos por ello.

Para que una marca pueda conseguir ser auténtica, tiene que haber una correlación entre lo que la marca dice de sí misma, lo que demuestra y lo que otros dicen de ella.

El compromiso social, es la respuesta más sólida a las nuevas demandas y expectativas sociales.

Belén Macías

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