España es uno de los países donde más ha caído la confianza: sólo un 40% de la población confía en las instituciones. Una bajada de 7 puntos sobre el año anterior. (Barómetro de confianza de Edelman 2.018).

Según el informe “Approaching the future” (Tendencias en reputación y gestión de intangibles) el 53% de la sociedad pensamos que las empresas son mucho más capaces de solucionar los problemas de un país que los propios gobiernos.

La pérdida de confianza en el gobierno como institución clave para solucionar problemas mundiales deja al sector privado en una situación de liderazgo del progreso y el cambio.

Según el Barómetro, el 64 % de la población mundial cree que las empresas y sus CEO deben protagonizar ese liderazgo, en vez de esperar que los gobiernos lo impongan. De hecho, la sociedad cree que el principal trabajo de un CEO es conseguir que su compañía transmita confianza (69 % de la población), por encima de cuestiones más tangibles, como que sus productos o servicios sean de calidad (68 %) o que los beneficios y el precio de las acciones de la compañía aumenten (60 %).

La falta de confianza en las instituciones es uno de los principales retos a los que se enfrentan las organizaciones en la actualidad. En un contexto de posverdad y saturación de información, las compañías tienen que construir un compromiso social estable y creíble que les permita ser más resilientes ante las continuas disrupciones.

Si una marca comunica un valor con hechos que lo demuestren, un 64 % de los consumidores se interesará por ella y un 17 % estaría dispuesto a comprarla.

Belén Macías

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